lunes, 29 de septiembre de 2008

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Eidyllion


En esta ocasión presumo el autógrafo de Salaí Ereshkigal y Samael de la banda Eidyllion, la cuál es descrita por ellos mismos como Surrealista natura música. Tienen un amplio currículum en la escena metalera en México con proyecciones internacionales y participaciones artísticas en diferéntes medios de proyección espiritual.


Discografía:
Amorka
Gymnopaidía del Leteo
Nashgaa

EP
¡Viva Yo!



Implicados:
Salaí Ereshkigal:
Voz, compositora lírica y manager

Samael:
Sintetizadores, programaciones, compositor lírico/musical y diseñador gráfico

Astrid Marlen:
Bailarina, coreógrafa y performancer

Más información en su myspace...
























Utropía

(Una charla verdadera)



Argumento

Saborío caminando por los jardines de Maléndulas se encuentra a Oseida sentada sobre una roca escribiendo su nombre sobre la tierra con los pies desnudos. Ambos se saludan con una reverencia exagerada y danzarina y se sientan a lado de un arroyo para platicar.


Saborío
Vamos a aprender a vivir como los muertos.

Oseida
¿Dentro de los ataúdes?
¿Con el espíritu afuera de la tierra?

Saborío
Afuera, siempre afuera.

Oseida
Me sentiría más libre… como sin ropa.

(Oseida danza en círculos recorriendo sus manos por su cuerpo)

Saborío

Querida Oseida, la ropa nos servirá sólo para lo necesario. Para no caer en la lengua rapaz del vulgo enfermo de moralismo.

Oseida
¿Y si tengo frío?
¿Los muertos no lo sienten?
¡Siempre están helados!

Saborío

(Se levanta con pose de hidalgo y mirada de calavera)

Cuando tengas frío…
¡Yo te abrazaré!

Oseida
Con mi lengua cavaré un túnel bajo mi cama para poder escucharte y tenerte siempre.

Saborío
Seremos un par de amantes ocultos.

Oseida
Si algún día me preguntan:
“¿Con quién hablas?”
Fingiré demencia y te haré invisible.

Saborío
Si un día me preguntan:
“¿Hacia dónde te arrastras como gusano?”
Diré

(Acomoda su sombrero y levanta una mano al cielo)

“¡Voy en búsqueda de mi princesa!”

Oseida
Te veré con luz tenue y alguna vez sólo escucharé tu voz.

Saborío
Algún día llegaré desnudo, con el cuerpo pintado con todo aquello que tenga que recitarte.

Oseida
Mis manos descubrirán tu desnudez. Cavaré mi tumba con salida a la tuya. Seremos fantasmas… muertos que sólo escuchan su voz en la penumbra.
Suena tétrico pero emocionante.

(Los dos se ven con ternura)

Saborío
Te quitaré las ropas para escribir con saliva sobre tus piernas mil cuentos de genios y piratas.

Oseida
Te esperaré sólo con una blusa escondida en mis sábanas esperando ser sorprendida.
En tu ausencia dormiré deprimida hasta ese momento en que tu lengua fría me despierte acariciando mis mejillas.

Saborío
¡Mi lengua buscará bailar con la tuya!

Oseida
Sólo con olerte sabré que eres tú…

Saborío
Beberé del néctar que escurre por tus piernas.

Oseida
Beberás de mí hasta dejarme seca. Nos llamaremos con nombres ajenos.
Jitanjaforas de nombres.
Yo escribiré sobre ti y tú escribirás sobre mí.

Saborío
Infrátrónicos y Maléndulas.
Escribiré con miel en tu vientre.
Buscaré la rima de tus pies con tu desnudez.

(Oseida se rasca el pie izquierdo)

Saborío
¿Besaré ese pie algún día, señora mía?

(Silencio)

Oseida
¡Cuán bello es imaginarme en esa cama esperando esa aparición en el túnel!

Saborío
Un gusano que repta.

Oseida
Los muertos alojan gusanos.
Los enamorados no duermen porque se los comen los gusanos.
¡Devórame!

Saborío
Lameré tus besos en mi piel para poder respirar.

Oseida
Hazte pupa en mí.

Saborío
Me incubarás en tu muslo como incubaron a Baco.

(Oseida se levanta de un salto)

Oseida

¡No puedo más!
Mi imaginación revienta.
¡Quiero terminar el día con esto!
Me voy.
Te espero…
Dejo abierta mi ventana que da al balcón.

(Oseida corre perdiéndose en el jardín)

Saborío
¡Hasta ese momento!

(Saborío se colocó un sombrero repleto de ojos de recién nacido. Ese sombrero le enseñaba a llorar)

Saborío
Reptaré.
Hasta entonces… no te olvides de respirar.





Daniel Saborío y Oseida

martes, 23 de septiembre de 2008

Onanismo gráfico/efervescente

El hombre gusano que en el desierto se coronó mariposa.

Inspirado en el Sr. Ann

Coronando sus pies con el polvo del desierto va buscando un futuro incierto bajo la espiral de buitres que bendicen su largo camino… deseándole la mejor de las muertes.

Lleva en su mano un cayado de hueso y en su garganta el minutero perverso de la palabra en armonía con el viento.

Va encontrando una cofradía de balas perdidas que hacen poesía con su cuerpo.

Se desnudan ante la noche y dejan que sus lenguas de pólvora escupan saliva con la simetría de una tipografía.

El poeta deja que sus botas caminen por él.

Sonríe descarada y maleducadamente ante el cadáver de un pusilánime que no aguantó el viaje propuesto por su anfitrión vestido de desierto.

El cuero negro que cubría su cuerpo se volvió el refugio de una familia de buitres.

Silencio…

(Se detiene a beber absenta)

El hada drogata que le seguía de cerca, perdió la cordura y se entregó desnuda a los restos de lo que alguna vez fue un santo que pronosticaba el mal tiempo.

La tristeza no se va y la noche comienza a pintar estrellas que se maquillan el cuerpo y comienzan a reír en la oscuridad vertiendo láudano en el viento que salpica heridas en el desierto.

La infección del miedo acompaña al viajero mientras repite en su mente:

“Sólo soy un hombre solo acompañado”

Y le da un empujón a la perversa soledad vestida con las faldas de la nada.

(Rueda moribunda con una sonrisa estampada en la cara)

El miedo se vuelve canción que rima con la infección del l´amour polucionado por el simple hecho de erotizar al glamour del poeta, cantante y canalla.

Los gusanos habitan en las calaveras de los santos que encontraron su cielo en cada una de las espinas de los cactus que penetran las dunas del desierto.

La barba se le llena de tiempo y el tiempo se le agota a cada gota de saliva que escupe por la sed que le produce el ajenjo.

Los segundos mueren dejando su cuerpo desnudo para alimentar a las moscas.

Un disparo despierta a los fantasmas de las penumbras que viven en las raíces.

Una nueva bala reposa en el suelo aún roja y hermosa sonorizando su propia agonía.

Silencio…

(Los coyotes revientan su vientre buscando a su dueño)

El rock n roll comienza a manar diluido en las lágrimas del bardo vestido de hombre.

(Sus barbas crecen y se encanecen)

Se arrodilla bajo la ‘crinoline’ de las nubes ofreciendo su llanto a la luna en una orquesta de versos consonantes .

Arranca de su pecho un dije con el rostro de Panero y lo entierra a lado de su sombrero. Se desnuda y con saliva se pega arena al cuerpo.

“Es tiempo de olvidar los pies, y recordar las alas de un gusano coronado mariposa”.

Hace una reverencia al público conformado por las tarántulas y dice:

“Volaré hacia las estrellas”

Y se elevó al cielo con un par de alas de fuego.

El verano, se acabó con él.

sábado, 20 de septiembre de 2008

La transmutación de Palatina en rosas

Las gotas de la lluvia limpiaban el cuerpo impregnado de sangre de Palatina. Ella no paraba de recitar poemas amorosos a sus muertos y sus muertos no paraban de llorar vistiendo con tierra a sus huesos.

El fantasma errabundo del loco de la mancha cabalgaba con su flaco rocín buscando una última batalla para amoratar su cuerpo. Viajaba con la cabeza de su amado Amadis de Gaula.

Palatina devoraba palabras lamiéndose sus propios pechos, dibujando con saliva sanguinolenta pictogramas de monstruos milenarios que gobernaban el mundo antes de que pudiera ser mundo.

Los Romeos dejaban de ser Montescos y las Julietas cobraban sueños en las esquinas de la vieja Verona a cambio de labios que no sabían besar con veneno.

Los pies de la musa moribunda aún podían caminar sobre las ruinas de su vieja

Babilonia. Sus pies hacían poesía entre los gusanos y el fiambre de las putas que dormían pasivas sabiéndose muy muertas.

Encontró al cadáver de su padre y arrodillándose comenzó a gritar su nombre que era el nombre de los rayos. En sus manos se manifestaron los santos estigmas y la sangre sirvió para mitigar la sed del muerto.

Pero su padre no se levantó del suelo, prefirió su marcha al infierno que volver a ser parte del mundo terreno.

Palatina se quitó los cabellos y se costuró las heridas.
Se echó a la tierra y se arrastró como serpiente mudando de piel.

Palatina se convirtió en rosas y su poeta jamás volvió a inspirarse en ella… su olvidada esposa.

Esa musa ha catado el polen de una nueva imaginación.

Dejó de ser la musa del viejo de Albión.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Alegoría a Tú

En cada canto de sirena, en cada choque de espadas, suspiros de luna, asfixiados con el polvo de hadas para volar a tu ventana, en cada verso que tiré a la mar, en todas las cicatrices del frío garfio en mi pecho, en los segundos que no envejecen en una país aledaño al de las maravillas dónde las niñas siempre son princesas.

En cada aventura, siempre estuviste tú.

Tú, que con una mágica sonrisa iluminabas mi mundo de colores y que con tu dulce voz llenabas mi boca de sabores.

Sabores de pasión, magia e ilusión, que le daban un sentido a cada latido de mi borracho corazón, que remitía suspiros con aroma de sándalo en cada estación de tren, que en invierno, abofeteaba sin razón el timbre de tu nombre, nublando mi razón.

Razón cegada a voluntad, entregando el corazón latente de ti, por ti y para ti. Hambriento de tus emociones y sediento del néctar de tu cuerpo. Fantasías que no se encuentran en los jardines, pero se riegan con amor.

Amor, la canción perpetua de los poetas, el rito sagrado de dos ilusiones que convergen en un mismo castillo, que pierden la vida en la batalla de sus labios, que esculpen sus deseos con las manos abiertas, que moldean sus cuerpos con la lengua desnuda.

Desnuda frente al espejo palpando mi reflejo y soñando contigo, impulsando el deseo de tu cuerpo junto al mío, palpando, probando y saboreando tus amores asesinos.

Justo cuando muero descubro en mi cabecera a la luna sonriendo y debajo de mi… las estrellas que salieron de mi cuerpo.

Cuerpo que no encuentra cabida en las noches sin labia, a la almohada vacía, a las paredes rayadas con sonrisas y besos. Cuerpo que ofrendé al tuyo en más de un par de lunas llenas, que consagré al templo de tu inmaculada presencia, entregando mis ofrendas de siempre envueltas en caricias y en latidos de esos que nunca temen.


Daniel Saborío y Cristina Domínguez.

martes, 16 de septiembre de 2008

Richard Wright




Richard Wright quien fuera la vena latente de Pink Floyd ha dejado la existencia terrenal.

Este Lunes 15 de septiembre emprendió la aventura de dejar la tierra y un puñado de melodías hermosas para resucitarlo con un simple play y un par de oídos que lo sepan escuchar.

Bastaron 65 años de vida para devorarse la parte de mundo que le correspondía.


Ya habrá oportunidad de besarle la mano izquierda.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Vagina

(Historia de una monotonía)

Punto y aparte del acto nupcial que se ha vuelto el peor manual de sobrevivencia en el amor, el mal amante es una peste tan negra como preocupante.

A la diosa de la saliva que vive entre pilares de hueso con adornos de piel se le olvida recatar el zumo de su poesía para el perfecto mesías con la promesa de la caricia de miel.

Ansiosa de probar el cólico excitante que vuelve un carnaval de aullidos la habitación de dos amantes. Abre los pilares guardianes de su epicentro de mujer.

El mejor amante no ha sabido dar su mejor luto ante el orgasmo que se volvió difunto en menos de un minuto.

Mientras ella apenas comenzaba con la alegoría de suspiros el valiente compañero ya se retorcía en una maraña de gestos poniendo punto final al idílico encuentro.

Vagina bebe del semen sin sentir nada en especial después del tremendo follón de aquel varón analfabeta en el arte del amor.

Descansa húmeda y desnuda. Más insatisfecha que nunca viendo morir al miembro fulano que se despide del mundo palpitando y colmando su hombría con una triste polución vespertina.

No hay lenguas que abracen su cuerpo con pleitesía, dedos que bailen al compás de sus jadeos y labios que beban el río de sus delicias con absoluta sincronía.

No hay miembros que friccionen con soberbia la humedad de sus mejillas.

Sólo existe una palmada egoísta antes de comenzar con la melodía de ronquidos.

La pasión se vuelve una vez más el acto de rutina espectacular frente al telón de las sábanas y el sudor.

Duerme silenciosa con los dedos de su mano tratando de culminar lo que su pareja había comenzado antes de agonizar.

Vuelve a encontrar el placer bajo su propia piel...

una vez más.

martes, 9 de septiembre de 2008

Un tributo a Frank Miller



En la serie animada de Batman, le rindieron homenaje a Frank Miller y a su estupenda novela gráfica.

The dark knight returns.

¡Efervescente!

Calavera

(Segundo acto)


I


Los pies de Calavera habían aprendido a caminar sobre las arenas, sus manos caían a pedazos y su alma se mantenía unida a sus huesos costurada con el hilo que fabricó con el veneno de su venganza.

Su sombra murió en la noche de luna llena. Las arañas la envolvieron en seda dándole el sepulcro digno de una reina de la primavera.

Calavera había olvidado las canciones de antaño; aquellas que sus manos tocaban en su vieja guitarra de cristal.

Su nombre lo había enterrado junto a la piel de víbora que cubría sus huesos. Después de viajar más de lo que su voluntad de espectro podía soportar, llegó a una comunidad muy adentro en el desierto.

Había una banda de musarañas tocando música mexicana, y los demás esqueletos veían a Calavera arrastrarse aferrado hacia ningún lado.

A lo lejos se veía una escultura gigante de la diosa mosca, estaba hecha de excremento de ratas y miles de hormigas caminaban sobre ella simulando la sangre que corría por sus venas. Calavera sintió la mirada de los lugareños que comenzaban a sacar pistolas de los lados más inesperados.

Pero sus huesos eran a prueba de balas, aún estaba demasiado muerto para morir de nuevo.

El día se vistió de noche y el orfeón de musarañas seguía con su racha de baladas mientras una anciana hacía bailar a un fantoche que tenía amarrado con hilos de plata y cabeza de calabaza.

Los lugareños arroparon al forastero con papel y removieron la piel de serpiente para lustrar sus huesos con la lengua.

Eran las fiestas anuales de San Cipriano y la arena del desierto comenzaba a hacer milagros.

Los lugareños se enfrascaban en un galimatías utópico por recabar la mayor cantidad de ese maravilloso tónico.

Algunos la preparaban en té y otros la usaban para resucitar.

Una tarántula enorme la usó para devolverle la piel a Calavera, pero la piel no volvió. En su lugar sus huesos se cubrieron de rosas y su lengua volvió a cantar.

Sus ojos de pétalos derramaron lágrimas de espinas ante la luna idílica que brillaba desnuda y
supina.

De filias y fobias



10 mágicas filias:

1.-Las nubes en forma de nubes
2.-Madrugadas sin murmullos ajenos
3.-La capacidad de resurrección de las moscas
4.-Tiranosaurio Rex
5.-La música
6.-Leer comiendo Chips verdes
7.-Los perros que saben cantar
8.-Fotografía e ilustración
9.-Dormir solo
10.-Las nueve anteriores


10 mágicas fobias:

1.-El extraterrestre bajo mi cama
2.-Los "Te amos" versión Fast food
3.-Los novios celosos
4.-La humanidad
5.-Las llamadas telefónicas imprevistas
6.-Visitas imprevistas
7.-A los fantasmas de mi clóset
8.-A la compañía exagerada
9.-Los domingos
10.-Al EPOC

sábado, 6 de septiembre de 2008

Breve carta sobre la delirante Pasión (Un cualquiera)

Querida Pasión:

Ningún humano en su peculiar percepción sabrá imaginar tu belleza.

Recorrimos el mar Euxino en nuestro barco de vainilla. Siempre desnudos acariciándonos el cuerpo y trazando mapas de besos tratando de encontrar el punto corrosivo del orgasmo.

Mareados, soportando esa ansia de explotar en todos los sentidos, de vaciar mi simiente y beber la tuya hasta quedar perdidos en la química de tu cuerpo impertinente.

¿Recuerdas aquel viaje al paraíso terrenal? en ese roble viejo y hermoso cuando te quité la túnica y mis manos recorrieron tu suave piel.

Aprisionaba entre mis dedos aquellos rosados pezones que se endurecían cubriéndose de núbil carmín.

Recuerdo la frialdad de tus hombros y mi lengua enterrándose en ellos con el grito profundo de una mandrágora.

Tus finísimas manos me despojaron de la túnica y tomando mi amor encarnado le hiciste pleitesía con los dedos enredados entre tus rizos alborotados.

Tus mejillas coloradas, tus ojos entrecerrados y tus labios acalorados siguiendo el ritmo del mar entre mis piernas.

Bebí de los dedos de tus pies el vino que nunca calla y siempre corre, subiendo lentamente por los pilares de tus piernas hasta llegar a la puerta secreta de tu alma.

Húmeda de amor, pequeña, pero con el umbral suficiente para hospedar a la lujuria.

Mis labios la besaron y mi lengua serpenteó descubriendo un manantial aún más perfecto que el vino y los pozos mágicos del azar.

Un manantial dulce y salado que comenzó a recorrer mi boca transportando mis murmullos a mundos imaginarios y sueños perplejos de adoquines y marionetas.

Sentí el peaje de tu cuerpo reteniéndome con sudores.

Gritabas y nos retorcíamos bailando en los jardines de Plutón.

Gastando en cada aullido cada una de las sílabas de nuestros nombres.

Caíste de espaldas sobre el tibio monte estival, rendida ante el placer.

Una gota de licor corría por la comisura de tus labios.

Tus brazos descansaban sobre tus pechos y tus piernas abiertas se rendían ante la brisa y el sueño.

Las musas al momento de terminar su dialéctica amorosa saben hablar en el idioma de las rosas.

Ahora que estas muerta, me di cuenta que sigo sin recordar tu nombre, querida Pasión.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Adanowsky



¿Qué puede ocurrir cuando creces en un ambiente repleto de arte, histrionismo, magia, ilusionismo, mentalismo, funambilismo, clichés, surrealismo, glamour y demás artificios que requieren ponerle togas y coturnos al corazón?

¿Qué pasa cuando compartes pasos de baile con James Brown (aunque sea sólo unos minutos), George Harrison te da unos tips en la guitarra y a las fiestas familiares llega Marilyn Manson ó una mujer que tiene la piel de víbora?

Adán Jodorowsky (Exactoo uno de los hijos de Alejandro Jodorowsky) ha vivido a lo largo de su vida envuelto en ese ambiente de bohemia y parafernalia cuasi utópica. Con su pinta retro, en una mezcla de Elvis y Sandro con el ritmo bacante de un crooner que lleva al surrealismo por orquesta, que puede enamorar con un chanson o desgarrar la voz con alguna ranchera con aroma a demagogia poética.

Adanowsky es también bajista de The Hellboys, ilustrador, director de cortometrajes y videoclips y fotógrafo.

En youtube se pueden encontrar algunos trabajos realizados por él, asi como también algunos de sus conciertos.


Algunos links telepáticos...

cabaretadanowsky. foroactivo. net/index. htm
www.myspace.com/cabaretadanowsky
www.adanowsky.com



"Estoy mal"

jueves, 4 de septiembre de 2008

Don´t look back in anger



Un cover de Don´t look back in anger de Noel Gallagher por Devendra Banhart y su muy peculiar folk surrealista.

Cindy




Sin palabras...

Labios




Todos deberíamos tener unos labios así.

Malerige



Un fotomontaje realizado por la señora Malerige de Rodoyosa

Un pequeño retrato...



Este retrato lo realizó Tania Ocampo alguna noche malvada en que me regaló (o confirmó) el malévolo adjetivo de cínico.

Que bonita letra...




Sinceramente no lo entiendo, siendo yo tan adorable...

D.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Citlali

Del breve encuentro con una estrella que sabe tonificar la í en mi apellido



I got my feet on the street but I can’t stop flyin’,
My head is in the clouds but at least I’m tryin’
_Noel Gallagher


I


Eran las seis y tanto.

Caminaba…

Esperando el momento de encontrar de frente a la mujer que con tanto encanto despintaba las palabras de mi frente. Aquella que permitía mis halagos impertinentes.
Poetas, pintores y rapaces aún peores habrán sabido piropearle con mayor ritmo y pleitesía.

Con pasos lentos pero bailables, iba siguiendo una línea inquieta en el pavimento. Escuchando a las nubes tocar ese piano con influencia a jazz a través del viento que acariciaba mi cuerpo con mucho furor, con mucho desconcierto.

Aplaudiendo un soul que salía de los poros abiertos de los árboles que se nutrían con las alas tonales de una marimba platónica y morena como la piel de las manos que la sabían tocar.

(Como se toca a la mujer que se desnuda para regalarnos la melodía quimérica de su miel en agonía)

Me iba quitando con las garras, los minutos que se morían ahogados en el sudor de mi piel.

Caminaba con gafas de sol para ocultar los ojos de limón que se me ven antes de que se duerma el sol.

El corazón sabía delatar mi mitomanía de tranquilidad y relajación. Mis manos tenían un monólogo cortesano ante mis pies y mis labios sabían guardar pleitesía al silencio de mis palabras.

Pillaba mariposas muertas para cambiárselas por miradas eternas o sonrisas perfectas.
Los gritos de mis pasos se perdían en la mullida cotidianidad de los coches.


II


Eran las siete y tantos.

La vi, tan altiva y deslumbrante,
con una corona de tul inefable.
Sonreía soberbia y amable,
alumbrando su hermoso semblante.

En el vórtice de mi agorero sueño creí ver caminar a las estrellas con la gracia de un par de piernas y unos pies que sabían besar con mucho trino al suelo.

Tenía la mirada serena
que guardaba en un pedestal
de viento disfrazado de cristal,
sueños y arena.

Dulce rubor que colmó los años disfrazados de minutos en la espera de ver frente a mí a la mujer que ahora pintaba nuevas palabras en mi frente.

La dueña del algodón de azúcar que cantaba desde mi balcón melodías con diabetes y danzón. La que me regaló un tocado con la pantalla de Ruperta: su viejo ordenador.

Mis vigilias fueron compartidas con las suyas en madrugadas de múltiples tonadas, con la mente elucubrando fantasmas que supieran recitar un poco de poesía.

En mi estado incongruente vi un desfile fosfenomático de formas extrañas: arañas que caminaban con zapatillas de baile, moscas con guirnaldas de betún anaranjado y bastoncillos de menta que se arrastraban a sus pies reverenciándola como a una reina.

Pude haberme hincado y con los ojos exorbitados tras la intimidad de unos lentes polarizados recitar estas palabras que no había ni (siquiera) creado. Pero seguramente ella, al ver tal excentricidad, se hubiera largado.

Así que decidí saludarla con el más común de los “Holas” avergonzado de mi propia inopia de algarabía.

Le ofrecí un cigarrillo -chueco y acalorado por el calor de mi sudadera- y comenzó el festín de palabras que siempre muy amable y atenta, a lo largo de toda la noche me regaló.

Tan musa y tan divina
Dejó prendido el motor
absurdo de mi mejor
Imaginación vespertina.

Le regalé un carrete fotográfico para que guardara sus pensamientos de estrella.

Me dijo “Soy una de ellas aunque parece que nací de las lágrimas de la luna”.

El reloj -aunque traté de detenerlo- nunca dejó de caminar.


Eran las tres y tanto.


Cuando ese taxi arrancó llevándose a la bruma de mi razón, se llevó también gran parte de mí corazón.