viernes, 27 de marzo de 2009

No me hables de amor

Yo que ahora soy tu antes
tu olvido, tu flor de ornato,
camino solo entre el boato
de ser tan sólo un después.

De sobra conozco el punto
que descubrimos juntos
esa noche en la soledad de tu coche.

-“No le hables de amor a una dama
que reina desnuda sobre su cama,
mejor abusemos de la ropa,
vayamos al bar a tomar una copa.”

Yo que antes fui ese tal vez
que tenía por rocín a Rocinante
sólo te pido que por una vez
me dejes ser tan sólo tu amante.

Olvídate de esa luna de miel
de esas noches y sus disparates
de leer desnudos a Descartes.

Ya no quiero bajarte la luna a los pies
me olvidé de los cuentos de cama
solo quiero que olvides ser una dama
entre las nueve y las diez..

Nos olvidaremos de la ropa a la última copa
y no hablaremos de amor por el mero temor
de rompernos la boca.

sábado, 14 de marzo de 2009

Cristo Cristal



Por ahí en el cementerio encontré a un cristo psicodélico que había perdido parte de la cabeza entre tanto desvelo.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Directo al mercado...


Muchos y muchas han subido en el vehículo saboriano y muchos y muchas han opinado que subirse ahí no es lomás recomendable si aprecias en algo tu vida-
El conductor es de lo más despistado.
Prueba de ello es el hecho de haberme tomado una foto manejando rumbo al mercado.
Al final no hubieron muertos, heridos ni infracciones.

Cementerio comiteco bajo el ojo Saboriano


lunes, 9 de marzo de 2009

Este es mi corazón


En el parque central de mi querido Comitán encotré la escultura profética que representa a mi corazón.

viernes, 6 de marzo de 2009

jueves, 5 de marzo de 2009

Lento

Escribo estas líneas frente a un espejo,
(el tiempo se pierde entre tinta, papel y nicotina)
me entretiene ver meditar a mi reflejo

Estoy a punto de sucumbir ante la fatiga.
Mi mente está durmiendo mientras mi cuerpo
sigue buscando un lugar de cómoda textura.


Quisiera:
caerme un poco
muerto.





Al menos hasta el otro invierno.

Un acuse de recibo...

Mery me ha enviado una carta inspirada en alguna noche adulterada, la transcribo por acá pues soy fan de las letras por correspondencia.

D.




Libre te quiero, lejos de esta tierra que llevamos cocida al alma, libre de ti, de tus huesos que atrapan tus pensamientos y no te permiten marchar mas allá de donde te conducen los pasos de la magia; bajo cientos de cielos, a donde el viento del norte solo sabe enunciar nuestros nombres, donde la locura hace su sitio.
Libre como la mar que se expande en la costa, en el margen secreto delinea sus sonrisas ¿algún día las descubrirás?
Te esperare con la carcajada de la muerte, carente de morfina de olvido, sin anestesia que quiero sentirte a piel viva.
Libre de la condición humana, de la necesidad profana, de la ausencia como intermediaria, de la nefasta vigilia que nos atrapa en sus garras.
Estela luminosa, sincronía del tiempo, núcleo de mi centro, corazón en donde me convierto paro cardiaco. Te quiero en lontananzas, dibujando con carboncillo, con mascaras y antifaz, pero sobre todo con libertad. Más allá del tiempo y del espacio.

Mery

miércoles, 4 de marzo de 2009

Las crónicas anacrónicas del niño zombie

En donde los caniches pastan descalzos (víspera)

Esta noche extraño el sabor del beso que fabrican tus labios.
Esta noche guardo en mis ojos el color de tu mirada.
Dulce suspiro de silencios y miradas enamoradas.
¿Cuánto tiempo llevo sin el calor de tu hospicio?

Pinto, escribo, fumo, maldigo y tus pies me siguen dando frío.
Mis manos buscan bajo la sábana y no encuentran piel amotinada.
Recuerdo tu cuerpo florecer para recibir al mío en vísperas de una mañana

(completamente congelada)

Esta noche no estás a mi lado ni de mi lado.

Ojalá fueras tú la que viste mi cuerpo con la piel
que suda suspiros en tus huesos.

lunes, 2 de marzo de 2009

Las crónicas anacrónicas del niño zombie



En donde los caniches pastan descalzos (La eterna mariposa que me cuida de las arañas)

Una cajita roja acompaña las palabras sucias de eco en piedras pálidas y sombras extrañas.

Viento.

El mismo viento que anteayer bailaba con cada uno de tus negros cabellos bajo la piel de luna en una plaza comercial donde no existe el tiempo.

La cajita roja guarda tu piel muerta que es mi alimento.

(Prometí comerme las cicatrices de tu cuerpo)

Recuerdo el momento en que llegué a Atizapán leyendo tus palabras telepáticas invitándome a tus bosques, a tu lago, a tu encuentro.

Quiero volver a ver esos ojos desnudos y no tener tanto miedo.

¿Qué es eso que se siente cuando creo que te veo?

¿Será…?

Te hice caminar bajo el sol…

Te traje parte de mi sangre en una botella de cristal, un poco de café y chocolate que guardan las huellas de tus colmillos de dama.

¿Cuándo puedo darte tus obsequios?

Quisiera acudir al otro encuentro pero tengo miedo.

¿Qué es eso que se siente cuando creo que te siento?

¿Será…?

Me voy a comer y después a refugiarme en la retórica de Baquente.

Vaquillas esta fría viendo morir al viejo noviembre de 2008.

Tengo las manos frías como siempre.

The malvados



Un regalo de la malvada Malerige