jueves, 25 de junio de 2009

La mirada de un ángel en espera del día pactado



El ángel del pecado abrió sus ojos y encontró tan sólo un viejo papel doblado.

Sus alas se habían vuelto margaritas en su espalda y sus piernas se embalaban en la cama con murmullos extraños.

“Volveremos a vernos el día pactado”


Las sábanas cubrían su piel de humano y una vieja cámara de fotografía le sirvió para hacerse un par de retratos…

Una desnuda y otra como visten los fulanos.

El ángel del pecado vertió sus lágrimas en un papel arrugado.

“Volveremos a vernos el día pactado”

¿Por qué el amor es el sentimiento en el que se pierde más el tiempo?

Limpió las margaritas de su espalda y las colocó sobre sus cabellos.

La luna bajó sin demora a sentarse a su lado.

¿Qué hacen dos pequeñas damas cuándo están enamoradas y no tienen al amado a su lado?

Respuesta:
Cubrir su cuerpo con caricias femeninas, y lavar sus lenguas con el magma que fluye de la grieta entre sus piernas.

“Volveremos a vernos el día pactado”

El papelillo se perdió sin haberse percatado del número de teléfono atrás anotado.

En tiempo...

miércoles, 24 de junio de 2009

Nosi

Cuándo tú NO, ella SÍ.
Cuando tú Tal vez, ella ¡Sí!

Cuando tú, silencio, ella orfeón.
Cuando tú, indiferencia, ella mil detalles.

Cuando tú no juegas, ella tahúr.
Cuando tú Dolor de cabeza, ella ¡Por debajo de la mesa!

Cuando tú JAJA, ella ¡Que belleza!
Cuando tú… cuando ella…

¿Cuándo yo, habré de darme cuenta?

La risa más estúpida de la ciudad

Tiene los pies bonitos, las piernas bonitas, las manos suaves, el pelo maravilloso, el rostro no tan espantoso y la voz aunque chillante tiene su belleza extravagante.

Le gusta la lectura, el jazz, el tarot, la magia, los relámpagos en su ventana el sexo sin condón.

Sabe de psicología, ha leído a Lacan y se duerme leyendo a Freud.

Es pequeña, le gustan los cuentos de terror, se dice grotesca y tiene tendencias lésbicas que trata y no puede ocultar.

Es hermosa, es maravillosa pero tiene algo que no puedo soportar…

Tiene la risa más estúpida de la ciudad.

Toda su hermosura se ve eclipsada por esa horrenda sonoridad.

¿De qué sirve tanta belleza si se colapsa con tremendos graznidos?

Ojalá me quede sordo o al menos se vaya tan lejos que ya no la pueda escuchar.

Maldito el oficio de catador.

Ha caido el primer higo de la mañana

Ha caído el primer higo de la tarde y se escurre como lágrimas sobre mis mejillas.

Recuerdo las noches de luna llena, recuerdo la licantropía amena entre tu pasado y mi presente.

Recuerdo la ventaba abierta esperando al niño sin sombra, recuerdo jugar con las faldas de Muerte.

De niño me costaba mucho imaginarme muerto y mientras pasa el tiempo me cuesta trabajo actuar como los vivos.

Este camino sin sombra me quema los cabellos, este camino sin botas me come los pies, este camino sin ti me importa un comino.

Ha caído el primer higo de la madrugada y sigo desnudo bebiendo una botella de vino, fumando colillas y masturbando un miembro que perdió los ánimos luchando contra el destino.

Mis mejillas se visten de una miserable barba y mis labios se queman con el beso de la nicotina, pierdo los cabellos a la par de mi tiempo.

Cada vez que me veo al espejo veo a un tipo diferente.

Decadente.

Por eso me mato muy lentamente.

Soy un incógnito suicida.

Mientras más viejo más me arrepiento…

Crecer fue la peor tontería.

No me hables como una zorra

No me hables como una zorra el lunes por la mañana, con tu nariz hermosa con restos de farlopa.
Con tu cuerpo sumido bajo las sábanas.

Invocabas al diablo mientras mojabas tus manos con el láudano de tu vagina.

No me hables como puta, divina Puta.
No te hagas la interesante.
Mientras no tengas la lengua revuelta en poesía no eres más que una arrogante.

Lamías tus heridas y dormías en el día para emborracharte por la noche con tus amados fantoches.

No me hables de verdades omitidas con tu cara adormecida.

No te sorprenda que un día te regale coca cola con hielos de estricnina.

Al 666

¿Cómo puedo dar el premio Saboriano si usted, no se ha identificado aún?


Saludos, no se olvide de devorar planetas.


D.

martes, 23 de junio de 2009

lunes, 22 de junio de 2009

Anoche

Anoche soñé que te mataba y te enterraba debajo de mi almohada.
Que al fin de tus caricias me escapaba.

Anoche desperté asustado creyéndote aún a mi lado.
Que mis labios estaban manchados de tu saliva de diva.

Es bueno abrir los ojos y saberse solo, solo y solo tan sólo como tú me enseñaste a despertar.

sábado, 20 de junio de 2009

Pigmaliónico

Una gota que cae al vacío es más sabia que el amor de dos dolientes partidarios del egocentrismo.
Un relámpago que pierde equilibrio es similar al delirio sexual que te atormenta.

Tu vientre humedecido y no complacido busca ser penetrado pero lucha contra los demonios adúlteros que cohabitan tu alma.

Que mal aconsejan a tu cuerpo.

Quisieras dormir desnuda entre los brazos de aquel amigo.
Pero tienes un tumor que se llama Conmigo.

Nuestro destino está escrito…

Nunca debí haber abierto la botella de tu vino.
Nunca debimos habernos conocido más allá de una vitrina de vidrio.

La hija de Dalí


Resulta ser que doña Karlita descubrió un brote de bigote muy surrealista...
Cuando fue con un curandero le dijo:
"No son más que los genes...
es usted la hija de Salvatore"
Y todos brindaron por ello...

666

Al visitante número 666 favor de dejar constancia de ello en algúna entrada y recibirá un premio Saboriano.


Saludos.

D.

Aforismo 2

Te pasas...

Te hablo e intento hacerte plática pero tú eres monosilábico.

¿Cómo hablo con alguien que no contesta?

¡Me gustan las conversaciones no los monólogos!

_Farasha

Pregunta

¿Todavía quieres que la mate?

_L. G.

Despertar

Algunos por ahí, me han contado más de tu vida de lo que yo jamás alcancé al menos suponer.
¿Será que yo, aún no soy digno de tu cofradía?
Con todos tertulia y lujuria y todo lo demás también.
Conmigo… lo que resta de la fiesta.

¡Despertar!

Después de tanto tiempo de padecer delirios y calenturas pasionales.
Después de haber padecido una que otra resaca de labios expresivos.
Después de la estúpida razón de mi impertinencia.

¡Despertar!

Siempre tan esmerada y preocupada por alejarme de tu morada. Siempre tan desatinada para clamarte enamorada.
Y yo necio y necio queriendo ver lo que todos decían ver y yo necio y necio queriendo saber si podía tener, lo que yo también imaginaba.

¡Despertar!

Ahora no dejo que el vaso se vuelva vacío, que el cenicero no deje de ser penetrado con fuego, que el recibo de luz no se dé por vencido.

Y pienso…

El papel desnudo al ser lamido por la tinta emite más suspiros que tú a la hora de ser moldeada con saliva.

Y pienso…

Conozco más al viejo de la esquina, a la puta de Josefina, al perro de Miranda, Las Morenitas, Chávez, Cortázar, Bukowsky, Gurú, el Rasta…
Conozco más de finanzas que de todas tus andanzas.

¡Despertar!

Ya que los demás saben de ti lo que yo sólo supongo, mejor te invento como en un cuento y te pongo dos cabezas, diez lenguas y un vestido de gusanos sinvergüenzas.
Inventaré que me cuentas relatos de princesas mientras yo me quedo dormido escribiendo sonetos para Esas que no son de cuento y existen de noche regalándome palabras que nunca supiste darme tú.

¡Despertar!

¿Seguirás siendo la novia de todos los demás?

sábado, 6 de junio de 2009

Lento el tiempo

De espasmos naturales

Sumidos en murmullos callados, buscando los puntos que erizan la piel.

Pasamos la noche golpeando labios con labios.

Pintando la piel con besos y mordidas.

Perdiendo la noche en idas y venidas.

Matando a las horas con besos a tus pies.

Tus piernas se abrieron en una oleada de calor y el magma de tu vientre manaba sin pudor.


Lento el tiempo, cambiando las fauces en rosas peligrosas que estallan gustosas en ritmos truculentos.


Me vi perdido en la inmensidad de tus latidos rompiendo el acuerdo de castos arrumacos. Mi cuerpo es el
fuego avivado por el viento. Y busco en tu cuerpo la cura de estas brazas que queman soledades.

Y abres las alas de tus piernas, cediendo al tormento del fuego que juega con tu cuerpo.

Te digo ¿Puedo? Me dices Sí. Me agarras el cuello y me dices Sólo no fecundes mi jardín.


Lento el tiempo, cambiando las fauces en rosas peligrosas que estallan gustosas en ritmos truculentos.


Me abro paso en la maleza castaña, clavando mi ansia en tu alberca oscura empapada de líquida lava ardiente que moja mi vientre y perfuma de sal al húmedo ambiente.


Perdidos en tu centro, perdido en tu centro. Luchando en tiempo por no querer Salir.


Tus alas de piernas en rudos aleteos, tu cara perdida, hinchada de alegría. Atormentando gritos atrapados en tu boca de niña.


Perdidos en tu centro, perdido en tu centro. Luchando en tiempo por no querer Salir.


Intercambiando tiempo entre el momento de tu cuerpo con tormento electrizante y contracciones interesantes.



Perdidos en tu centro, perdido en tu centro. Luchando en tiempo por no querer Salir.


Lento el tiempo, cambiando las fauces en rosas peligrosas que estallan gustosas en ritmos truculentos.

viernes, 5 de junio de 2009

Corazón fatigado

La extraña ligereza de tu carácter, navega con la marea intempestuosa de la gente. Se la pasa fraguando, en silencio, su propia guerrilla misteriosa contra el rumbo de un mes cotidiano y decadente.

Eres el viento que alborota la duda en mis sentimientos.

Corazón fatigado se acuesta a dormir más temprano que Razón envenenada con la pasión del poeta enamorado.

No puedo pasarme las noches imaginando que al fin eres para mí la gata canalla que sólo conocen tus allegados.

Corazón fatigado se pinta las uñas, bebe Vino de la botella y se hace marcas de sangre en los brazos.

Me encantaría saber escribir como lo hacían los románticos y hablar en el idioma de Shakespeare para decirte vete al diablo con ese encanto diabólico que sólo tienen los bardos.

Corazón fatigado poco a poco se ve a olvidando de prender las veladoras que tenía para ti.

jueves, 4 de junio de 2009

Cajas de galleta disfrazadas de secretos (Ironía)


El tiempo que pasa entre una y otra palabra tuya es igual a:

Un par de discos completos de Pink Floyd.
Mil palabras ajenas.

Ver…
Desfallecer al sol.
El renacer de las estrellas.

A veces las palabras de mi boca son la sorna de tu noche.
Y esperando, esperando y esperando…
Me quedo dormido, deseando, tan sólo deseando.

Y al volver desconozco a la que conozco.

Habré de ser otro yo para conocer el verdadero paradero de tu otro tú.

El que sólo supongo y busco mientras me quedo dormido.
Deseando, deseando tan sólo deseando.

Quisiera volver a ser como tú.

miércoles, 3 de junio de 2009

martes, 2 de junio de 2009

¿A quién le escribo?



¿A quién le escribo?

Me preguntas a lo lejos.

¿Para quién tanta palabrería.
Tanta absurda algarabía?

¿A quién le escribo?

Me pregunto secundando a tu eco.

¿Por qué tanto tiempo en el teclado,
viviendo de los versos, enamorados?

Y después de un breve lapso de ingratitud
e interrogantes intrigantes a lado de mi perro...


Respondo:

Escribo para ti que en tus labios (susurrando) cobran cuerpo mis palabras, que en tu mente se materializan los conceptos cumpliendo los preceptos de la gramática.

(En velorio místico de la lógica matemática)

Escribo para ti que sigues el ritmo de mis crónicas con tu lectura anacrónica.

Escribo para ti y para mí.

Para que exista un poco de Saborío en cada una de esas sonrisas y ascos que dejan mis huellas marchitas en mi prosa chovinista.

Para abrir las puertas a un mundo mejor que quisiera compartir con cualquiera que sepa caminar sin usar las piernas.

lunes, 1 de junio de 2009

El joven vendedor de hielo azucarado



El joven vendedor de hielo azucarado se regocija con las nínfulas que van a comprarle raspados con sus caritas colegialas e intelectuales.

Se pierde en esos muslos tiernos y pálidos que apenas y se logran ocultar entre calcetas y faldas.

En esos senos levantados que acarician por dentro esas blusitas de botones ligeros que cederían ante el menor movimiento de mano fulana.

¡Son fuego que se quema por dentro!

¡Es la miel que se escurre en fantasías de cama!

¿A qué olerá su sexo?

Sí sólo se alimenta de ganas.

Las pequeñas se van meneando las caderas y el joven vendedor de hielo azucarado se encierra en su baño a rendirles honor en papel sanitario.

1.618


Esta foto la tomé antes de ir a Guadalajara y sólo hasta hoy supe lo que significaba.

De algunas madrugadas

Despierto con el cuento hirviendo tratando de enterrar mi cuerpo en la piel desnuda del colchón.

Mi mente ha divagado toda la noche en el recuerdo dulzón del olor de tu cuello, en el sabor de tu sonrisa, en la miel de tu saliva.

Esos extensos besos que laceran mis labios. Donde las lenguas hacen el amor en un lecho de saliva.

¡No encuentro compasión ante este fuego que consume a mi cuerpo!

La ropa me destruye la piel.

¡Sálvame!

Arráncame la camisa y escurre tus dedos de menta en una piel hambrienta y sedienta de tus delicias.

Naufrago en el mar de sábanas sin encontrar esa isla fértil de tu cuerpo.

No encuentro la luna de tu mirada y la magia injusta de tus palabras.

Sé muy bien que tú al igual que yo, despiertas en medio de la penumbra buscando otra piel que te quite la sed y el deseo.

Despierto con el cuerpo hirviendo y sólo se lo cuento al colchón, al papel y al tiempo.

Quisiera ser él

“Tú lo sabes…”
-Gurú, en una noche beatnik con Los Anacrónicos


Quisiera ser él, que regodea los oídos con las palabras que yo tan sólo anhelo y que la cafeína y la bendita nicotina no saben decir como lo haces tú.

Quisiera ser él, que puede besar con los pies la misma tierra que perfumas con tus pasos apresurados, buscando algo que siempre logras encontrar. Me gustaría ser el que grite Eureka contigo.

Quisiera ser él, que sonríe contigo cuando se sientan a componer al mundo en un café o en el parque oscuro que yo sólo conozco por las palabras que nacen de tus ojos.

Quisiera ser él, que ocupa el tiempo a tu lado que yo quiero para mí, para escurrirme en tus suspiros y sentirme tranquilo y sin miedos.

Quisiera ser él, que te habla mal de mí y te convence que no soy para ti; y poder quedarme contigo.

Quisiera ser él, que aunque no lo dice es tu amante preciso sin el adjetivo conciso.

Quisiera ser él, que deja para mí, los serventesios que le sobran a sus oídos.

Quisiera ser él, que por momentos te comparte conmigo.