lunes, 25 de agosto de 2014

Discurso de presentación para la revista Círculo por Daniel Saborío





El viernes 15 de agosto de 2014 se presentó la revista cultural Círculo, teniendo como marco el breve homenaje a los poetas Rosario Castellanos y Joaquín Vásquez, titulado ‘Poemas de par en par’, realizado en el stand del CONECULTA, dentro de la Feria del Libro Infantil y Juvenil. El evento fue organizado por el grupo de fomento a la cultura Puente Cultural del Sur Sureste, dirigido por el pintor y poeta Arbey Rivera.



La revista Círculo es el resultado de un acto psicomágico que va de lo individual a lo colectivo, es decir, lo concebí como una terapia para ayudarme a disolver y coagular ciertos aspectos de mi vida.

¿Qué es la psicomagia?
Es una técnica vanguardista creada por Alejandro Jodorowsky, que fusionó el psicoanálisis y la magia tradicional para crear actos que ejercen una transformación en tu inconsciente, liberándote de algunas ataduras psicosomáticas que aminoran la calidad de tu vida. Estos actos tienen como materia principal la poesía y sus vertientes artísticas, de esta manera, a través de tu arte te sanas.

Esta es mi propuesta a Comitán, mi acto psicomágico social que me da voz y le da voz a quienes quieran unirse a este colectivo en movimiento.

La revista es gratuita porque sus páginas son sagradas por todo lo que llevan dentro, el arte de muchas personas que decidieron ofrendarlo al microuniverso.

Estamos acostumbrados a las inconformidades y protestas, mas no a las propuestas (nos quejamos de todo y por todo); el grupo de jóvenes creadores y creativos en el que me desenvuelvo comenzó a caer en una atmósfera deprimente, en la cual culpan a los gobiernos por no darles espacio para expresar su talento, si bien esto es cierto, tampoco podemos quedarnos en una concha existencial y esperar que alguien venga a tocarnos la puerta para resolvernos la vida.

Cansado de escuchar tantas quejas, decidí lanzar una plataforma independiente, en la cual los jóvenes tuvieran el espacio soñado y a la vez se unieran para sostener juntos este producto.

Sin contar con una computadora ni con los recursos para solventar la impresión, comencé a recolectar textos de personas que tienen algo importante y constructivo que aportar a la sociedad, pues Círculo nació con la idea de ser un oasis comunicativo e informativo exento de sangre, chismes, políticas, desolaciones por holocaustos naturales, cifras de desempleo y demás temas que son el centro de atención en los medios masivos de comunicación.

Los primeros números de esta revista salieron de mi bolsillo y del bolsillo de Maribel (la editora), con el tiempo fuimos ganando la confianza de algunas empresas que entendieron nuestra situación anacrónica y el alcance de la revista, poco apoco decidieron apoyarnos en un intercambio publicitario. Gracias a ellos, seguimos girando.

Aunque no tengamos el apoyo de las GRANDES instituciones culturales (no tienen por qué hacerlo si no quieren) círculo seguirá adelante, es un ente editorial que brota como un loto en el pantano, es anacrónico es decir, no tiene una continuidad quincenal o mensual, sale cuando las páginas están llenas y existen los recursos necesarios para la maquila, después de todo ¿quién determina la periodicidad de una revista?

¡La onda es circular!

Los invito pues, a que sean parte de nuestro círculo de creadores que llevamos por bandera el lema: COMPARTE EL ARTE, porque al final, la imaginación es nuestra arma más poderosa para comenzar nuestra re evolución de conciencia.

jueves, 21 de agosto de 2014

Hay polvo en la ventana







Hay polvo en la ventana de mis ojos,
son estas malditas telarañas
devorando lágrimas de miel,
ahorcando su brillo entre lagañas.

Hay polvo en la ventana de mis manos
y mis dedos enmarañados en arrugas,
no sienten  absolutamente nada
cuando te tienen tendida en la cama,
 vestida de piel.

Polvo fuiste y en polvo te convertiste…

Esta caducidad del deseo es soberbia,
estúpida, mezquina y triste.

Hay polvo en mi alma,
polvo que empaña, ensucia,
que lleva en ristre calma
y el desencanto en esa ecuación,
donde (tú más yo) es igual a nada.

miércoles, 20 de agosto de 2014

El vengador


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No es que quiera hacer justicia por mi propia mano, no, sólo quiero pasar un buen rato antes de que el sueño me deje inconsciente, tirado y vulnerable a los pies de un reloj que da vueltas comiéndose al tiempo.

Soy el vengador y me vengo.

Dejo caminar la imaginación -porque la mía camina- no tiene alas.
Dejo que recorra los páramos de las sábanas imaginando que esa piel de algodón no es más que un buen trozo de espalda de alguna fulana que me invento, como invento los cuentos, a la justa medida de mi desesperación.

Así se va la madrugada:
escuchando perros aullar, gente atacada por la carraspera, amantes buscando sombra como arañas trashumantes, escuchando una voz de gata mientras la imagino vestida    -tan sólo- con las alpargatas enrolladas en sus bragas verdelimón haciendo surcos de amor en la cabecera de mi cama.


martes, 19 de agosto de 2014

Escote literario






Los escotes repletos de ausencia
son literarios casi mercenarios.

Se curan con poemas y zumbidos,
cantos y penas, maullidos de poesía
y rugidos de impertinencia.

A veces soy poeta, a veces no,
tan sólo un anacoreta que escribe
acrósticos en la banqueta del deseo,
un tranvía en la parte más abultada
de tu piel.

Al final, en el filo de tu escote
esta el último desvelo en tinta,
el punto final de una rima,
que usa bombín con estrambote.

Que caiga la absurda línea de tela
que esconde ese chorro de piel,
un par de cascadas de carne
empapadas de sombra/ausencia
sin poder florecer.

Escote literario, escote poético,
escote literal y mercenario…

estúpido límite horizontal
que esconde, lo que debe brotar,
así como una tormenta,
libre y natural.

lunes, 18 de agosto de 2014

Espacio rojo







Hay un espacio en ti, donde crece el mar,
donde te derrites como una vela ante el fuego,
donde habita el espíritu del deseo.

Allí podría nacer toda la humanidad,
allí fabricas galaxias con las manos
cuando te acaricias con arte
el espacio rojo de la humildad.

Bebo a besos y mordidas el despojo
de sangre en tu espacio rojo.

Olla de barro para el agua fresca,
templa el potaje en ciclo de luna.

Hay un espacio en ti, donde crece el fuego,
efluvio de luna nueva que pinta
de rojo, al beso que lo prueba.

domingo, 17 de agosto de 2014

Ojos de Caracola





Puedo escuchar al mar en tus ojos,
puedo remar y rimar con viento
las lágrimas de otoño
que caen como hojas.

Párpados como conchas de mar,
que visten la historia de olas,
que cantan y cuentan los soles
que han pintado de fuego
al cielo de las caracolas.

¿Qué sabes tú de batallas?
tú sabes beber las botellas,
matar lápices en lenguas de hoja,
hablar como el viento,
hablar y hablar como el tiempo
cuando arruga las cosas.

Ojos de caracola
bájate la falda,
abróchate la blusa,
no quiero tu carne
quiero tu verbo,
esa lumbre que arde.

Dime poesía,
cuéntame tus versos,
secuestra mi lengua,
costura mis oídos a tu boca.

No dejes que la cama me llame
antes remar y rimar con viento,
las olas que cuentan mares
en la comisura del tiempo.

al final…

donde habitan tus ojos,
Ojos de Caracola
quiero vivir -para siempre-,

como lo hacen los muertos.

El sendero opuesto




Vigilo las estrellas tumbado en mi cama,
esperando, sólo esperando.

¿Por qué las aves tienen que dormir a estas horas?

Deberían estar acá, trinándole a las estrellas
tejiendo nubes con la lengua, soles con el punzón
de la pluma y  la tregua.

¿Por qué la noche?
¿Por qué no?

Soy el fuego que danza en las barbas del sol,
el sendero opuesto de tus pasos,
la cruz de letras que cargo, aunque mi cabeza
esté casi muerta en manos del insomnio y del letargo

¿Por qué no hay un sol que ilumine la noche?

¿Por qué no estás tú durmiendo a mi lado
con un relámpago de versos en las manos,
con un vientre de río acaudalado?

Vigilo las estrellas tumbado en mi cama,
esperando, sólo esperando.

Entonces, cierro los ojos para devorar por partes,
las inclemencias del tiempo.





viernes, 15 de agosto de 2014

Sangre tinta





Sangre, casa de mis sueños,
tintura de alma que canta,
cuenta y guarda la palabra
en los besos porteños.

La palabra,
ese mar profundo
como el alma,
lleno de vida,
lleno de llamas,
llena de espinas
y larga calma.

Llevo en la sangre
un chorro tinta,
un licor de venas,
mil poemas intrusos.

Soy lo que antecede al silencio,
una muralla de versos
derribada por el relámpago
del tiempo.

Sangre tinta
que moja el tintero
saca el ritmo
al verso moderno.

Soy el que escribe la palabra,
el viejo santo que rima el milagro
en la capilla de tu vientre.

Dame campo, dame casa,
dame un escapulario
con el hueso de tu raza.

Sangre tinta,
escurre tu lengua
en los huesos de papel.

Dale tiempo al tiempo
que esta soledad,
es un vaso de ajenjo

que se lame de tu piel.