lunes, 19 de septiembre de 2011

El malecón del viejo rito

Bajo el rumor del viento, bajo el grito
del tiempo, bajo el mar de poemas viudos
existe el malecón del viejo rito
donde guardo tus nombres y apodos.

Corazón de mis huesos, suavecito
melocotón, osito sin candados
clavel de labios rojos, pedacito
de girasol, clavel, sueños robados..

En ocasiones busco tu sonrisa
con mis manos y trazo tu osamenta
feliz con los pinceles de la menta.

En aquel malecón del viejo rito
mi nombre se confunde con tu orgasmo
y mi piel es el sol de tu onanismo.

Con todo mi arte

A la dama que viste de suspiros
a mis días de verano yo le quiero
regalar un planeta de respiros
enamorados, todo un mosquitero

de cariño con tinta de zafiros
bañados por el sol con sal de acero.
Dulce tónico de alma con espectros
contra el mal del temor al aguacero

absurdo que dejó el tiempo pasado.
Dejame penetrar a tu baluarte
de amor y te prometo que cuidarte

será mi obligación y mi estandarte.
A la dama que viste como musa
yo la quiero inundar con todo mi arte.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Pretenciones

Pretendo desnudarte el cuerpecito
de ondina vespertina con el hueso
de mis manos ansiosas del cachito
sonrosado que escondes bajo el beso.

En tu espalda trazar el caminito
de suspiros coquetos bajo el peso
del amor sofocado en el garito
de tus manos de sabueso

Mirlo blanco que vistes los pecados
de los enamorados con la capa
del sudor y los ritos colorados.

Pretendo desnudarte las palabras
y robarte en la noche con mis garras
de ladron para darte mi palacio.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Al poniente del parnaso

En tus ojitos nacen las palabras
que visten con la tinta de las lunas
de miel a la morada de las horas
vacías que me regalan las penumbras.

Anda mi corazón bailando en sombras
sin sal como un funámbulo de amenas
y extrañas patrañas tan ajenas
al rumor del planeta y sus guerras.

Pero tengo el perol de la esperanza
y me aferro al tren de las sonrisas
robadas en el mar de mi semblanza.

No me quito las botas por si acaso
tengo que emprender nuevos caminitos
rumbo al sol. Al poniente del parnaso.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Las estaciones del pecado



Con el verso en ristre que desviste
tu armadura de malta, con los ojos
laminados en sueños y rastrojos.
Con esta sensación que jamás creiste.

Con esta pasión adúltera, te caiste
a la piscina roja de los bajos
mundos. De aquellos besos con despojos
ultramelosos (rubios) del sureste.

Se abren las estaciones del pecado
en la misericordia de tu escote,
en tu rambla de piel con estrambote.

Quisiera corromperte la cintura
con mis uñas ajenas de cordura.
Viudas del aburrido celibato.