jueves, 29 de noviembre de 2012

La luna de invierno

La última botella de tequila

se muere entre su espalda de princesa.

Beoda y lujuriosa, aniquila

la noche con gemidos de cerveza.



El canto del colchón rompe el murmullo

de los cuerpos que agrietan sus pasiones

con sudor bajo el cálido barullo

de las sábanas de húmedas lociones.



La danza del amor pronto culmina

en una flor de alabanza perfumada

al palacio del vientre de la amada.



La luna del invierno le ilumina

el cuerpo que parece tan distante

de aquel que me robó la voz cantante.

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