sábado, 2 de agosto de 2008

Gloria



De este abajo firmante para la homónima
Participante de mis albricias matutinas.


En Vaquillas camina con pasos sigilosos que saben dilucidar melodías.

-Arboledas, Campanario, Villas de la Hacienda y más…-

Lleva el sabor a triunfo en cada guiño de su sonrisa que va dejando historias zurcidas en la cornisa de mi corazón de suicida.

El vibrato condicionante de sus labios, nunca deja pasar la menor oportunidad de devorar una sonrisa alimentada con el amor que sólo saben cultivar aquellos que carecen del rigor de un mundo anfitrión de consuelos extraños.

Tira disparos argentinos en los duelos cetrinos de simpatía.

Quisiera por una noche al menos tener esa virtuosa puntería.

Tiene a su lado un poodle, un cobaya canalla, una Karina, un benjamín llamado
Benjamín –como su padre- y los caracoles que le escurren poesía directo a su ventana.

Conoce a la perfección el camino a la batalla contra los molinos de la monotonía, con una cota de latón y un rocín valeroso que no sabe lo que significa ceder ante lo deshonroso.

Los días huérfanos encuentran cobijo en la prosapia serena de canas que festejan con pulque de maicena el arte mismo de coser estrellas.

Si pudiera le daría mi juventud, que estoy seguro, no la malgastaría como yo, en fantochadas ni bisuterías.

A su lado todos los días saben a madrugada.

Si vuelvo a nacer, desearía nuevamente –y con todas mis fuerzas- volverla a tener en mi altar de dioses paganos.

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