sábado, 9 de mayo de 2009

Enfermo de la enfermedad

Atisbo entre mis años y mis achaques que ha llegado el tiempo de pretender enamorarme de esos dolores de rodilla por las noches frías, de los reumas, de los traumas, del extravío ante los ordenadores y sus múltiples funciones.

El minutero va delante por un pelo y por más que intento atraparlo me quedo fatigado entre su fuerza de guerrero y mi ímpetu gamberro.

En vino vierto mi desatino y en letras todas mis vivencias.
Siempre discretas para evitar el exceso de cotilleo de las almas indiscretas.

Llevo la vida de un perdedor, no uno bueno, pero nunca me ha gustado ser el mejor

¡Qué días aquellos cuando aún tenía guardadas mis esperanzas!

Quisiera sólo saber, al menos…

¿Qué diablos tengo que hacer en un mundo que no quiero?

Mejor estiro los pies y con la copa en la mano y el valor de fulano me digo:

¡Todo está bien!

(Segundos de reflexión con las pestañas arqueadas)

¡Aún tienes tus veintitantos!

Si volviera a nacer, pensaría dos veces el hecho de crecer, quizá me quedaría como niño para siempre y, lo juro por lo jurable… me quitaría lo curioso y me alejaría de los libros que tanto mal le hacen a los que son susceptibles a enfermar de la enfermedad del enfermo de vida.

5 comentarios:

Unknown dijo...

ee saborio, deberias hacerte un inche libro, escribes muy bien o__o

Anónimo dijo...

Cada una de tus letras emerge del abismo profundo de una alma que guarda el infinito en su mente.

Si yo volviera a nacer me tragaría todas las grafías de este Universo para vomitar versos sin piedad.

Arlen dijo...

Excelente!!
La verdad admiro mucho tu trabajo...

Escribes muy chidoo...
Vuelvo a repetir... TE ADMIRO!

Anónimo dijo...

Si tan sólo pudieramos vivir eternamente niños....pero es tan dificil conservar esa inocencia en un mundo que te reclama desde pequeño, adquirir una madurez absurda.....

te propongo nos perdamos en la inmensidad de algun lugar aun virgen....y que volvamos nuestras mentes hacia ese punto en el que el vino, la fornicación y el trabajo diario para ganar unos pesos, no tienen importancia alguna.....volvamos a ese punto en lo que todo es un juego y vivir vale mucho la pena....


te amo

JiKU dijo...

El viejo Sabines sonreiría con el cigarrillo en la mano después de leer estas líneas tan descriptivas.
Yo, me retuerzo.
Son las diez de la mañana y con el maldito porro en la mano ( mi anestésico preferido),
Veo por la ventana al sol y dirigiéndome a Ulaberto Ulatorio, susurro “todo esta bien”.

Así comenzó el día, con mis pies descalzos que contribuyen en mi buscada perfección en la humildad, trato de pisar fuerte, muy fuerte, esperando se abra un abismo debajo de mi existencia y me trague (pero eso nunca pasa), sigo tratando de encontrarme, doy la vuelta, me olvido de la ventana y me encuentro con el espejo, ahí siempre encuentro abismo, pero nunca lo logro atravesar, o al menos sentirme parte de el, me veo, mis ojos ojerosos y rojos me regalan los buenos días con una mirada desesperada, me pierdo en mis pupilas confundidas, lo mismo de siempre, dudas, en ese momento me asalta un cúmulo de energía, quiero gritar, quiero rodear al mundo con mis preguntas, que salte un erudito, que emerja un maestro, que responda dios, que se abra la tierra ante mis ojos, que se levante el mar, que se aclare el cielo, que no titubee la luna, o que alguien o algo me diga que demonios estoy haciendo aquí. (Necesito fuego el porro se apaga), la energía se va, siempre pasa, pocas veces me atrevo a gritar y cuando lo logro, nadie responde.
Que mas da, ja, es que soy rara, tanta locura, tanta existencia y no decir nada, no hacer nada, no entender nada.
Me disfrazo lo mas humanamente posible, en las letras no encuentro, solo pierdo, mejor caminar, me voy a caminar con Ulaberto, Tú ya sabes lo demás.


Espero no desesperar, pero una vez mas tus letras me van. Je. Amor y Paz.