domingo, 17 de mayo de 2009

Las crónicas anacrónicas del niño zombie

¿Quieres un cigarro? (De una charla espirituosa)

I

La madrugada en algún bar de Tuxtla Gutiérrez

Sofocante y húmedo, inmerso entre tanto barullo y cuerpos que se escurrían entre sus parejas haciendo del baile una lenta extensión de la lucha de cama, buscaba entre la marea de cuerpos casi desnudos y bañados en sudor alguien que pudiera compartir conmigo un cigarrillo.

Por más que buscaba no veía a alguien con una cajetilla sobre la mesa.

El calor me tenía un poco aturdido.

Una chica se subía la minifalda negra y entregaba su cuerpo de vampira a su compañero que le moldeaba las caderas y las piernas y sumergía su rostro en la marea capilar de un rojo satinado y lustroso.

A mi lado reposaban un par de damas que se besaban con la pasión que sólo las mujeres enamoradas saben retocar sin make up a la perfección.

Una era trigueña con unos rizos pajizos que le bañaban los hombros desnudos. Vestía de blanco y no tenía pudor en mostrar su cuerpo bajo la transparencia de su manta ebria en transpiración de dama.

Tomaba el whisky cual el mejor de los rudos.

La otra estaba vestida de riguroso negro, con botas que le cubrían hasta las rodillas y un extraño tatuaje en el brazo izquierdo. Llevaba el largo cabello negroazulado suelto como un velo que le cubría lo que no alcanzaba a ocultar su vestido.

En el tiempo que estuve en la búsqueda de nicotina, las meninas mandaron a volar a más de 10 mancebos de ánimo varonil y palpitante.

¡Impresionante!

La telepatía celular hizo su algarabía telepática y lo revisé pensando que sería Cindy respondiendo a mi pregunta macabra sobre una sesión de palabras lúdicas que estimularan nuestra imaginación a distancia.

No era.

En realidad se trataba de la señorita Irán que decía que lloraba y lloraba por ver películas de esas que aflojaban el alma.

Compañera de soledad compartida…

Le respondí haciéndole ver que pese a su estado de nostalgia uno podía en peores estados de desolación.

¡Y vaya que no me rindo tan fácil al drama!

Un caballero a mi lado sacó de las pastillas del peace and love y se las pasó de un beso a su dama.

Aún recuerdo las tertulias en casa con Espinaca, cuando hacían un círculo sobre la sala desnuda y se pasaban
la pastilla de lengua en lengua, chico y chica, chico y chico, chica y chica… hasta que todos tenían la lengua azulada y la sonrisa pintada.

El soundtrack de esas noches interminable eran discos de Astrix, Skazi, Sesto Sento y más y más.

Era tan divertido que siempre me sentía como en una sucursal del Frisco 65 en Tuxtla dos mil y no me acuerdo.

Una noche encontré en mi cuarto a un par de mundanas blandiendo sus cuerpos sobre un pobre fulano que ya parecía desmayado.

Con un conpermiso entré a buscar mis zapatos y salí sólo para encontrarme escenas aún más psicodélicas.

Y yo, bendita sea mi carrera… haciendo tarea.

Pero antes de que me salga más del tema, retomemos mi problema en medio de la pandemia de lascivia y ausencia de nicotina.

Le había dicho cuán perdedor estaba esa noche a la compañera de soledad doña Irán y ella en compensación me regaló un poema muy divertido y creativo.

Y yo esperando la respuesta de Cindy y teniendo la callada por respuesta se me vino una letra del maestro

Krahe a la cual adecué a mi situación de fantoche…


“Y yo que fui a rondarle la otra noche a Cindy
la bella, la tortolilla
había ido a escribir con otro por ahí

y yo con mi mensaje lascivo
como un gilipollas, madre
y yo con mi mensaje lascivo
como un gilipo po po po po pollaaaas…”



Un chico me preguntó al oído que si era de “ambiente” y le dije que no, que ya había dejado ese vicio junto con el de joderme a los niños en el cementerio. Mi respuesta un tanto sarcástica hizo que recordara que debía ir a molestar a mi madre que dormía como santa en el cuarto de hotel.

La amable mesera que me había proporcionado una cerveza a la entrada se me aproximó y me preguntó si quería algo más.

-¿Tienes un cigarro?

-Nooooooooo, voy a buscarte uno.

-Por lo pronto otra cerveza.

La pelirroja un par de minutos después me llevó el líquido pero no el tabaco.

¡Infame!

Al menos me invitó la cerveza y una estampilla chistosa de calaveras.

Pusieron una canción de MGMT y los moradores de la bohemia gritaron y se pusieron a bailar con ímpetu.

¡No sabía que tuvieran tantos adeptos!

Una graciosa lluvia de condones cayó sobre nosotros.

Seguro que mucho de por ahí hicieron un uso pertinente de ellos saliendo del bar o incluso, en él.

El calor me debilitaba por más tragos fríos de cerveza que me tomaba.

Lizbeth me mandó un mensaje telepáticocelular para recordarme lo cerdo que era y que para decirme que mi mentirosa calavera debería plañir por toda una eternidad incrustada en las gónadas de Satanás.

Qué bonito… pero ¿y el cigarrillo?

Una fulanilla se aproximó para preguntarme si me conocía…

¡¿Cómo diablos iba a saber si me conocía?!

Le dije que tal vez me había visto en algún comercial de los más buscados por la CIA.

Nuevamente mis respuestas mamarrachas alejaron a la inoportuna compañía, la fulanilla llevó sus amplias carnes a las chicas que se besaban a mi lado y también ellas la mandaron al carajo.

Quizá era una iniciada y su pregunta trascendía más allá de nuestros límites humanos.

“¿Te conozco?”

God save the queen!!!

Ni María Sabina y su familia de setas.

Por los altavoces sonaba Money for nothing de Dire Straits y mi vejiga debía expulsar todo el líquido que mi garganta había deglutido con rabia.

En el baño se escuchaban uno sonidos extraños con voces de fulanos. Supuse que un par de caballeros hacían libre uso de sus pocos agujeros.

El calor me desesperaba más y estaba cansado, afortunadamente encontré una mesa aún con restos de bebidas pero vacía. Sin pensarlo fui a acomodarme en ella recargándome cómodamente sobre la silla.

Comencé a escribir un mensaje de texto cuando una mano se posó sobre mi hombro y al voltear la cabeza veo frente a mí a una chica de cabellos lacios y negros, ojos turquesa, pálida como la nieve y vestida a lo Posh Spice.

Con una voz misteriosa me dijo:

-Hola

-Hola

-Esta mesa está ocupada

-Perdón, pensé que ya estaba libre.

Me estaba levantando con la cara llena de filigrana rojiza cuando sonriente se sentó y me dijo:

-No hay problema, ¿vienes con amigos, amigas, la novia?

-Mis amigos, cuidan a sus hijos, mis amigas se cuidan de no tenerlos y la novia está un poco lejos.

-Vienes solo…

-Ni tan solo, traigo esto...

Le enseñé el celular.

Rió.

-Es una gran ayuda esa cosita, te saca de muchos apuros.

-Seguro.

Ya estaba parado, le pedí una disculpa y le dije que ya me iba.

-No, espérate. A mí me dejaron sola, siéntate, acompáñame diez minutos en lo que termino mi Cosmo…

Ahí caí en cuenta que no fui perspicaz al fijarme en la mesa.

¿Quieres un cigarrillo?

De su bolsa Vuitton sacó una cajetilla cuasi llena de cigarrillos.

-¡Siempre!

Sacó uno para ella y uno para mí.

La noche con nicotina comenzaba a ser más noche buena que la noche buena.

(Continua parte II)

11 comentarios:

Cy Bukowski dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

no mas le hace falta el escudero y el juego de ajedrez para entretener a la pálida presencia que lo sigue.... pero no sería justo un acompañante para hacer sus propias tareas y la sombra blanquecina ha de estar esperando no mas a ke la veas... que interesantes tus cuentos...

Anónimo dijo...

para amar no se hacen esfuerzoooos!!!


aniquilaremos a las cindys del mundo ahogandolas en jugos orgasmicos!!!!


la despellejaremos?? claro que lo haremos!!! usaremos sus pieles para bailar junto al fuego!!!!

Anónimo dijo...

Eso qué Cindy...

En una crónica se cuenta lo que es como es.

Si asi fue qué...

Anónimo dijo...

Huuuuy

Anónimo dijo...

¿Y la parte dos maldito Saborío?


No quiero irme a Portugaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal

¿Vamos?



A. K.

Anónimo dijo...

Daniel:

Las cronicas son chingonas, ya hacían falta.

Cindi:

Porque tanto enfasis en las amigas?

Anónimo dijo...

Kizás la unica que entendió al revés fue la llamada Cindy.
A mi me suena más a una voz de la conciencia que a algo con fundamentos.
Digo, si nada mas la citada ve el motivo, kizás el motivo no vive en las letras si no en su dominio...
Completamente de acuerdo, para amar no se hacen esfuerzos, porque en realidad no significa ninguno.

-_-

Anónimo dijo...

¡Apoyo todos los comentarios comenzando desde el segundo!


¿Y la parte dos?


Saludos Saborío, gracias por enseñarme que una simple piedra puede rodar hasta volverse una mole.


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Anónimo dijo...

Tantos anónimos tienen toda la razón.

Saborío y sus amigas..amigas..amigas y más amigas!! jajaja

Tiene tantas que nunca nos alejaremos de él.

No te enojes Cinty,carajo!!! no por que sus amigas no nos quedemos dormidas para él es motivo de enojos.

También apoyo el hecho de que para amar, no se necesita esfuerzo.

Se ama...simplemte se ama

y habemos tantas que le ofrecemos amor.

No pongo mi nombre por que no quiero cambiar la escencia de los anónimos jajajajaj

profanador de palabras dijo...

que chido daniel...
si sigues escribiendo asi provocaras un orgasmo en las chicas "anonimas".

yo tambien te amo daniel...

algun dia sere mejor que tu y te amare mas...

pobre de cindy, como sufre...

lo bueno es que siempre te veo..

nos vemos...

si me vueves a decir te amo te besare...

ya no te fumare, el pedo que ya eres un vicio...