jueves, 12 de noviembre de 2009

Basta

Basta de perder el encanto que tanto me alegraba las noches sin dormir. No quiero llegar a casa y encontrar a una mujer que ya no me pinta sonrisas cuando se pone a escribir.

Basta de cambiar tus cariños por esos guiños aburridos que no me causan emoción. Temo encontrarme con las alas que, escondí, para no huir de ti después de alguna absurda discusión.

Basta de esas caricias sin alcurnia de suspiros que inspiran tan sólo interrogantes de lo que ocultas en el clóset o debajo del colchón.

Tus anteojos ya no me inspiran a dibujarte en servilletas, tus cabellos lacios no son motivo de ilusión y tus pasos ya no suenan a tambores que redoblan en mi corazón.

Guarda las promesas que firmé con los ojos vendados y grilletes en los pies. Llegará el día en que hagas lo mismo con algún patán: cuando él te olvide como me olvidaste a mí, sabrás porqué en tantas noches aprendí a sufrir.

Nunca fuiste muy brillante y lo interesante se perdió, ahora quiero un momento en calma para olvidar mi frustración. El ego perdido es más letal que la guerra, el clero, el gobierno y el puto reggaetón.

6 comentarios:

Mi amor dijo...

Guarrito! ant!

Tenía algún tiempo sin pasar por tu blog, ya extrañaba estar en este rincón, sé que en el siempre puedo encontrar algo más de ti.

Besos

Malerige dijo...

Directo...

criminalmente bello...

M.M

Daniel Saborío dijo...

°Saudade°: Esta es tu casa virtual

M.M: Gracias.

Anónimo dijo...

y sin embargo me gusta! jeje

Daniel Saborío dijo...

Valentina:

Gracias.
Es una remembranza a las mujeres malas o malas mujeres en términos de argot meneante.

De hehco escribiré algo sobre eso... todas me han engañado pero al final se van con palurdos chistosos.

Lo cual no sé si deba hacerme reir o preocuparme severamente.

Jajaja.

Malerige dijo...

jajajajaja


M.M