lunes, 13 de julio de 2009

Dormida

Te veo dormida con la habitación manga por hombro y la mañana sumida en un aroma de silencio con pajarillos discretos y coches lejanos parodiando al viento.

Te encuentras tendida en la cama, sumida en alguna clase de encanto con el rostro tranquilo y las sonrisas de tu alma vertidas en silencio sobre la almohada.

Asi desde ahora será mio tu recuerdo.

Ayer, después de tanto imaginar el aroma de tu cuerpo y el color que deja tu mirada en la piel de mis anhelos me puse romántico. Te envié un mil sonetos.

Hoy te veo sumida con la mente jugando en sueños, tejiendo destinos y corrompiendo cariños.

Guardando el filo de tu vuelo para no cortar nubes ni matar a las aves que visten de rimas las grimas del pasado.

No compite mi corazón reforzado con el chaleco de latón de un Morfeo cabrón que no te deja ver la niebla del balcón a mi lado.

1 comentario:

Malerige dijo...

Esto me ha fascinado!!!

Daniel!!! amo como escribes, eres fantastico

Miss Malerige Rupestrinski
[a lo lejos...mirandote]