miércoles, 8 de julio de 2009

¿Qué tendrán las rosas que adornan los burdeles?

¿Qué tendrán las rosas que son de las pocas cosas aún irresistibles incluso para los incautos?

Serán esos hombros rojizos o esos pétalos que saben labrar melodías afinadas con espinas.

Será tan sólo la lluvia que golpea mi ventana o los espectros que me visitan por la madrugada.

Mi cabello se escurre por las almohadas y los labios que Loca abre a besos y rompen la cerradura del cráneo.

Me vuelvo un espectador furtivo de los personajes que cultivo. Seres desconocidos que tienen su hogar en mis intestinos.

Soy el Dios de mis propios caídos. Manipulo sus destinos y ellos solapan mis desatinos.

Es tenebroso verlos caminar, fumar, fornicar, mentir y pulular en los callejones de mi cerebro.

Todos ellos se visten con pétalos secos de los rosales muertos que se pudren en mis nervios.

¿Por qué me empeño en crear mundos que no corresponden al nuestro?

Tengo polen en la pluma tengo polen en los labios que germinan desvaríos.

¿Qué tendrán las rosas que crecen en mis sienes, qué tendrás tú que floreces mundos y soles en tinta sobre las servilletas y mis manteles?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahí tienes a una niña pseudo-emo postrada en su cama tratando de ver a su ventana los destellos de luz que provocan las hojas de los arboles con algunas gotas de lluvia, las nubes tan blancas que quisiese comer, el trafico por cualquier mujer aprendiendo a manejar, gente caminando deprisa como si realmente fuera a volar y que pasa tristemente una lona obstruye su vista.
Sigue viendo el techo blanco con manchas de humedad, un foco con una carita feliz dibujada en él y esperando un mensaje de seis letras y un signo de admiración que dijera “lluvia!”.
Fatal, pero cierto el mensaje nunca llego, tratando de superar eso se levanto de un salto de su cama adolorida por cualquier extraña enfermedad de los huesos y trajo consigo una hermosa rosa negra, la veía con tal emoción, que sería imposible describirlo, no savia que pasaba con ella era complicado explicarlo…
-su cabeza daba muchas vueltas y el fulanito ni en cuenta!
-todo era mágico una risa, un hola, una mirada…
¡No! ¡No! ¡No!, grito eran como sus pensamientos en voz alta.
Y no era asco ni basca como el le llama si no que un extraño sentimiento que se apodera de ella y tiene miedo.
Escrito la tarde más triste de mi vida esperando un mensaje y él como si nada…

Anónimo dijo...

Como la rosa encontrada en la entrada de Las Morenas y regalada a una mesera-fichera-centroamericana en La Estrella.

Malerige dijo...

Tienen esa dualidad linda-malvada que hipnotiza...

me ha encantado este escrito...


Miss Malerige Rupestrinski
[where are you??.........]