domingo, 10 de agosto de 2014

El verano fue ayer





El verano fue ayer, en la oscuridad,
donde el brillo de tu escote iluminaba
mis ojos con sordina y estrambote.

Ayer, que aún eras mía,
presa de mis dedos untando deseo
en la blanca tela de tu piel.

Que dulces los aromas de tu cuello,
que amargo el aroma de tu sexo,
que fresco el mar que nace de tu cuerpo.

Maldito el mañana, maldito el hoy,
bendito el ayer que te tenía a mi lado
donde ahora, sólo queda una mancha
que huele a tu vientre excitado.

El verano eres tú,
el ayer eres tú,
el silencio de hoy,
también eres tú.

¿Qué hago ahora?

Si al menos supiera…
Si al menos…

…al menos devoré tu labios
y los vomité en un orgasmo
sobre tus senos.

Ayer, todo ayer,
cundo el verano
aún era el soberano
que dictaba poemas

en tus manos.

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