jueves, 27 de octubre de 2011

Sin mucho tino

Bebí de la botella de tu boca

los versos de amor más hermosos, dulces,

tiernos, perversos, duros como roca.

Bebí tanto licor de mieles dulces


que perdí la noción de aquel espacio

cabrón y solitario donde el eco

es la voz que platica tan despacio,

que este tu corazón se escucha hueco.


Me emborraché de ripios, maleficios,

cantos y personajes fantasiosos.

Y aprendí la emoción de aquellos labios


rubicundos que hablaban en hermosos

dialéctos quejumbrosos. Bebí el vino

argento del amor sin mucho tino.

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