viernes, 21 de octubre de 2011

La feria de San Sebastián

En la feria de San Sebastián habitan enanos que bailan milongas agarrados de las manos. Se visten con piel de gallina y trinan poemas en la estacada detrás de las letrinas.

En la feria de San Sebastián hay gigantes que son fiambres y no molinos. Tragan fuego, tragan sables, tragan niños en el vientre de sus madres. Se pintan los cuerpos con sangre, escupen garapullos de vinagre.

En la feria de San Sebastián hay cinco putas que esculpen sonetos con cenizas y embarran esmegma en las piernas de las brujas.

La rueda de la fortuna arde en llamas y los esqueletos se visten de fuego mientras la luna escupe semen en las bocas de los maniqueos.

En la feria de San Sebastián hay una obesa que lee las cartas y presagia tu muerte en la bola de cristal. Canta en el idioma de los ángeles y habla con Dios a través de un cuerno espacial.

En la feria de San Sebastián hay espectros que que se cuelan en los lupanares. Se perfuman con azufre y bailan con las ratas más guapas del cementerio.

En la feria de San Sebastián disecan ángeles, encadenan demonios, hacen el amor los viejos con los tripulantes de las naves espaciales.

En la feria de San Sebastián soy un payaso con los pies pequeños, me chupo los ojos para buscar entuertos, me quito las manos para desfacer agravios.

Me desnudo y unto mi cuerpo con la saliva de los niños muertos, me corto los cabellos y canto mi nombre en el escenario de los ciegos.

En la feria de San Sebastián hay un espacio para los que habitamos en la ciénega de flores, los absurdos, los diferentes, los callados, los maricones, los hijos de puta más decentes de todos los rincones.

1 comentario:

Mariibeles Esparza dijo...

Amoooooor, qué miedo tu feria, pero seguro será divertido pasear por ella tomados de la mano y riéndonos de todos, jeje :)