sábado, 8 de octubre de 2011

Murmullos suicidas



Cuando te encuentras solo y piensas que morir sería lo mejor, cuando entra un viento frío por la ventana y lame las heridas de tu corazón:

Es el momento de pintarte el cuerpo de rojo y buscar una pistola.

Cuando los cuchillos te seducen, cuando el eco es tu única compañía, cuando tienes tanto dolor en el pecho que apenas puedes respirar:

Es el momento de ponerle las balas.

Cuando se va todo lo que te hacía sonreir, cuando sólo hablas para maldecir, cuando tus huesos se cansan de estar contigo:

Es el momento de cargarla.

Cuando la literatura no llena vacíos, cuando los orgasmos son imperceptibles, cuando la luna se vuelve un simple adorno en el cielo:

Es el momento de colocarla en tu sien.

Cuando a nadie le importa tu existencia, cuando vives rodeado de mentiras y finges creerles, cuando todo se torna aburrido:

Es momento de disparar y olvidarte por una eternidad de tanta tontería.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre es tentador el camino a la paz, el dejar de despertar, solamente continuar soñando el resto de la eternidad. Pero en realidad, qué nos asegura que será un descanso?
No te ha dado la impresión de que parece una trampa?

Si al apuntar a la frente y jalar el gatillo todo terminara sería genial.

Pero yo aun desconfio, me diera la impresión de que la vida es tan llena de ironía que me haría repetirlo todo desde el principio.

Te imaginas?

Si tuviera memoria de los intentos anteriores, no cometería los mismos errores en el nuevo.

Daría todos los besos y no soltaría los buenos abrazos.